Los equipos de vigilancia de la reserva natural mauritana protegida de Diawling, que realizaban sus rutinarias rondas de inspección, presenciaron un hecho raro, nunca registrado en Mauritania: el reciente varado de una ballena (rorcual) de 22 metros de largo, aún no llegada al estado de descomposición avanzada. Las investigaciones continúan para saber cuáles son las causas de esta muerte.